Los años parecieron días.
Las arrugas, los días.
Amarte pareció fácil al principio, que me amaras pareció real.
Los días, las arrugas.
Las arrugas me dijeron que tu amor ya era marchito.
Marchitas mis entrañas, como las hojas del otoño.
Como las hojas del otoño, pisoteadas, muertas, el amor pareció verdadero.
Yo fui el juego y tú el jugador, cambiaste las reglas, cambiaste de juego.
Las arrugas, los días.
Los días pasaron y yo te esperé.
Inmóvil, como pieza de ajedrez esperando tu jugada.
Esperándote, marchitando.
Los días, las arrugas.
Me dijiste reina y fui peón, me dijiste vida y fui muerte, me dijiste amor y fui olvido.
Me dijiste amor, te olvidé.
No hay comentarios:
Publicar un comentario