Creyéndome la que todo puede hacer, la valiente, la invencible, a oscuras y sin linterna, sin batería en el teléfono, completamente sola, caminando de madrugada por las calles brumosas sin siquiera una cuchilla. Con la frente en alto y los tacones puestos, pretendiendo llegar al cielo. Abriendo senda entre las nubes con las manos, desde el motel paso nevado hasta donde vare en penumbras...
No hay comentarios:
Publicar un comentario