23 abr 2016

monólogo

a veces me dan como ganas de ser pasivo, así tendría una excusa para cortarme las uñas, para no verme como las negras del ghetto y sin querer rasguñarte la espalda cuando me caliento. probablemente tengo trocitos de tu epidermis en mis dedos y no me había dado cuenta, quizás te dejé marcas y tuviste que decirle a tu marido que te están penando. en todo caso obvio que no te creería, hay que ser muy huevón, aunque tal vez te perdonaría por sentirse culpable de haberte pegado el vih. igual podríamos hacer un trío o algo loco, podríamos ser culiamigos y hacer pijamadas con resultados sexuales. podemos hacernos máscaras faciales o la manicura y después no sé, en una de esas presto el chico y veo qué tal porque a lo mejor ser pasivo es como un gusto adquirido, así como el copete o el sushi. igual esos dos no te hacen tira el hoyo, aunque una vez comí sushi en un lado y tuve diarrea como por cuatro días. en verdad ya no sé de qué hablo, estoy súper volado.
oye, ¿estás despierto o estuve hablando solo todo el rato?

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